“No me escucha” y “No me hace caso” son dos de las frases más frecuentes de los padres de adolescentes sobre sus hijos. La tercera sería “no le entiendo”. Pero conseguir que tu hijo adolescente te entienda es posible, incluso es fácil igual que lo es que tú le entiendas a él o ella. Aunque en un primer momento te parezca una idea increíble, lo cierto es que la comunicación con los adolescentes puede ser muy sencilla.
Lo único necesario es tener en cuenta una serie de conceptos. Y también, elaborar una estrategia.

No son extraterrestres

Los adolescentes no son extraterrestres, aunque haya veces que sus padres los vean como tales. Son seres humanos pasando por un momento complicado de su existencia, el tránsito entre la infancia y la edad adulta.
Ese periodo tiene algunas características, como los cambios repentinos de humor, que a veces complican la relación con ellos. Pero esa no debe ser una razón para que los padres se den por vencidos.
No sólo eso, durante la adolescencia, chicas y chicos necesitan la presencia de sus padres, sus consejos, su opinión y su guía. Para conseguir ocupar ese importante papel en las vidas de sus hijos, los padres deben lograr que la comunicación con los adolescentes sea clara.
Si eso se consigue, la relación con el adolescente se vuelve mucho más fácil. Y una buena relación con sus padres también logrará que la autoestima, la responsabilidad y el desarrollo de la personalidad de chicas y chicos sea mucho más sano.

Claves para mantener una buena comunicación:

  1. Escucha a tu hijo. Algunos padres se quejan de que sus hijos no escuchan. Para saber qué es lo que está pasando lo primero que deberían hacer es preguntarse si a su vez ellos están escuchando a sus hijos. Escuchar lo que piensan ayudará mucho a los padres a saber cómo son sus hijos, si pasan por un momento bueno o malo, si necesitan más apoyo emocional o cualquier otro tipo de ayuda. Escucharlos sirve para entenderlos y entenderlos es fundamental para que la comunicación entre ambos sea clara.
  1. “Haz lo que digo no lo que hago”, no sirve. Si nos empeñamos en que los hijos hagan lo contrario de lo que nosotros hacemos estamos enviándoles mensajes contradictorios. Ser un ejemplo para ellos facilita mucho las cosas.
  2. Charlar con frecuencia con ellos. Pasar tiempo con los hijos adolescentes es también muy necesario para que la comunicación con ellos mejore. Dedicarles tiempo y hablar con ellos aunque sea de cosas sin importancia: deportes, moda, películas o cualquier cosa banal sirve para reforzar los lazos y genera confianza mutua.
  3. Escoger bien las batallas. Una máxima en la relación con los adolescentes, y en general en la vida, podría ser que es imposible conseguir todo lo que se quiere. Por eso es importante seleccionar muy bien lo que queremos de nuestros hijos adolescentes. Elegir cuidadosamente aquellas batallas que queremos librar con ellos. Si estamos continuamente corrigiéndolos o exigiéndoles cambios en su actitud, no vamos a conseguir nada. Sin embargo si focalizamos en cosas realmente importantes es mucho más seguro que podremos lograr victorias. Por ejemplo, puede que su forma de vestir no nos guste pero seguro que es más importante que sea disciplinado. Dejemos entonces que vista como quiera pero centrémonos en que aprenda disciplina.
  4. Escribe lo que quieres. Cuando llega el momento de tener conversaciones importantes con los adolescentes es imprescindible que los padres tengan muy claro qué es lo que quieren conseguir con esa conversación y cuáles son sus argumentos para defenderlo. Para reforzar las ideas muchas veces es muy útil escribirlo antes, eso sirve para ordenar mejor lo que se va a discutir. Incluso a veces es bueno que cuando les pedimos algo concreto a los hijos adolescentes, se lo demos por escrito, así también ellos lo pueden recordar cuando lo necesiten.
Y en la relación diaria con los adolescentes es siempre importante mantener la calma, por ellos y también por nosotros.


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